Durante 2020 comenzamos a desarrollar nuevas estrategias de fortalecimiento, entre ellas el acompañamiento a las cooperativas en el acceso a la compra pública, tanto a nivel nacional, provincial como municipal.
Una de las primeras experiencias fue junto al consejo escolar de Ensenada, que incorporó alimentos de la economía social y popular a los diez mil bolsones mensuales que se reparten en el Sistema Alimentario Escolar (SAE). La iniciativa fue posible a partir de la articulación con Central Cooperativa, el Instituto para la Producción Popular, el apoyo técnico y financiero de La Base y la coordinación de la Subsecretaría de Economía Popular de la Provincia de Buenos Aires.
Estas iniciativas nos muestran que las finanzas solidarias pueden multiplicar las capacidades productivas y comerciales de la economía social, solidaria y popular en el vínculo con otrxs actorxs (Estado, redes, asociaciones) y que el sector puede responder a mayores escalas de demanda. En este contexto complejo de crisis sanitaria, económica y de fuerte especulación en los precios de los alimentos, apostamos a fortalecer las cadenas de producción y comercialización de alimentos y a luchar por la soberanía alimentaria, desde la potencialidad que tienen las finanzas para la autogestión.